
Nuestra piel necesita unos cuidados diferentes dependiendo del momento del día. Mientras la mayoría de los cuidados diarios durante el día, se basan en la hidratación y en la protección solar, los de por la noche, son más de nutrición y tratamientos específicos.
CUIDAR LA PIEL POR LA MAÑANA
Lo que más nos preocupa es el sol. Y para que nuestra piel con el paso del tiempo y sin utilizar protección solar se vea dañada, es fundamental que utilicemos productos de hidratación que contengan protección solar para que nuestra piel no sufra. Da lo mismo la estación del año que sea, el sol está ahí siempre aunque no lo veamos, así que no te olvides de:

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Utilizar una crema de protección alta (más de 25 SPF)para proteger la piel tanto de los rayos UVB como de los UVA, y aplicar de forma continuada cada 3 horas para que la piel esté siempre protegida.
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Ten en cuenta como es tu piel, y elige el protector siempre adecuado para ella.
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A la hora de comprar la crema de protección solar, mira sus ingredientes, y si entre ellos tiene antioxidantes mucho mejor, porque protegerán a tu piel de la acción de los radicales libres.
CUIDAR LA PIEL ANTES DE IR A DORMIR
Tras un largo día, nuestra piel necesita el descanso que se merece. Y después de desmaquillarnos, exfoliar la piel y limpiarla a fondo para que la piel esté más susceptible a la hidratación, es durante la noche cuando se ponen en marcha todos los mecanismos de reparación y regeneración celular. Nuestra piel descansa durante unas 8 horas y es cuando aprovecha para funcionar a tope mientras nosotras dormimos. Así que nada mejor, que utilizar un producto que además de nutrir e hidratar la piel, además la renueve mientras dormimos. Por eso, no te olvides de:
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Elegir productos muy hidratantes y nutritivos, que te aporten beneficios en la piel y que la restauren.
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Nunca te vayas a la cama sin desmaquillarte y sin limpiar la piel antes. Aunque no te hayas maquillado, nuestra piel de todo el día tiene suciedad, así que retírala.
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Incide en las partes del rostro más sensibles, para nutrirlas y darles una dosis extra de cuidado como el contorno de los ojos, el cuello y el escote.
ADEMÁS, RECUERDA SIEMPRE, TANTO DÍA COMO DE NOCHE
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Limpiar la piel dos veces al día: por la mañana para eliminar sudor, grasa, células muertas y restos de cosméticos de la noche anterior. Y antes de irnos a dormir para deshacernos del maquillaje, la contaminación y el resto de impurezas que se depositan en nuestra piel en el día a día.
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Utiliza un limpiador suave que no lleve jabón, porque te ayudará a respetar la piel. Lánzate hacia los cosméticos limpiadores con un pH ácido eudérmico, que se encuentran entre 5 y 5,5 y evita los de pH neutro.
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Utiliza siempre un tónico entre la limpieza y la aplicación de los productos de tratamiento. Que sea sin alcohol para que así no nos reseque la piel.
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Exfolia la piel con frecuencia sobre todo si tu piel es grasa, para así retirar las células muertas.
Ahora ya sabes…. ¡¡A cuidar tu piel!!